Origen del aire acondicionado

Muchos nos acordamos de la instalación del aire acondicionado en Guadalajara cuando llega la época estival. Pero nunca nos hemos preguntado qué hacían nuestros antepasados para soportar los cambios de temperatura.

Muchísimos años antes de que la instalación del aire acondicionado en Guadalajara fuera algo habitual, concretamente en el año 1842, William Thompson creaba un circuito frigorífico cerrado que daba un concepto al acondicionamiento del aire.

Thompson, más conocido como Lord Kelvin, había basado su circuito en la absorción del calor gracias a un gas refrigerante. Una revolución para la época.

Pero no fue hasta el año 1902, donde Willis Carrier emplazó las bases de lo que en la actualidad conocemos como aire acondicionado, y dio una concepción seria sobre la climatización.

Todo surgió a raíz de unos problemas de impresión, donde la variedad de la temperatura y las humedades hacían que el papel no se comportara de forma correcta y las estampas no fueran de buena calidad. Carrier trabajó de forma tenaz hasta crear una máquina que, mediante tubos refrigerados, controlaba la humedad. De esta manera, dio lugar al primer elemento de climatización de la historia.

Las industrias textiles del sur de California fueron las primeras en disfrutar estos novedosos artilugios, que de esta manera se empezaban a comercializar. Aquel aparato que «trataba el aire» se patentaba en 1906, y su primera exportación al extranjero con dirección a Yokohama, Japón, se formalizaba en 1907.

En 1921, Carrier crea la máquina de refrigeración centrífuga que, de algún modo, es la primera unidad de aire acondicionado para grandes espacios. Siete años después, haría lo mismo creando el primer aparato de uso doméstico, que no pudo masificar debido a la llegada de «La gran depresión».

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